Balada del arrayano en noviembre

Los lobos blancos
descienden por la montaña
miro cómo se aproximan.
Tengo tanta hambre...
Soplo mis manos
los más pequeños ya van llegando.
Tengo tanta hambre...
Flexiono mis piernas
hasta que tocan mi vientre
que tiembla.
Afuera
las mujeres limpian las escopetas,
beben para distraerse
cantan para alejar a los lobos blancos
que ya están cerca.

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